JW Marriott El Convento (Cusco, Perú). Hay muchos tipos de sueños. De muchas formas. De todo. Para todo. Uno de ellos vive aquí.
Hay muchos tipos de sueños. De muchas formas. De todo. Para todo. Uno de ellos es la utopía de alojarse en un lugar donde habitan la fantasía y el arte, la historia y la exquisitez. El antiguo Convento Colonial de San Agustín del siglo XVI, declarado Patrimonio Cultural, ha dado paso, tras varios años de cuidadosa reconstrucción, al hotel JW Marriott El Convento de Cusco (Perú). Allí el viajar se torna una experiencia majestuosamente única. Es difícil de explicar. Llámalo sueño.
Todo está cerca
A pocas manzanas de la Plaza Mayor de Cuzco, se encuentra este mágico hotel rodeado de callejuelas repletas de tesoros arqueológicos, de talleres artesanales y de un universo de detalles andinos que convierten cualquier viaje en una experiencia tan fantástica como única. El visitante se sumerge en una hechizante atmósfera de mujeres indígenas ataviadas con sus tradicionales y coloridos ropajes; de campesinos que regresan con algunos frutos o hortalizas de las últimas cosechas o simplemente de turistas que llegan desde los más remotos confines del mundo para conocer la que fue capital de legendario Imperio Inca.
El barrio de San Blas, el Koricancha, la piedra de los 12 ángulos o el muro del jaguar… Todo está cerca de este imponente convento convertido en un majestuoso hotel de lujo. Todo menos… el ruido, la masificación o la intranquilidad. Entre sus muros reina el silencio, la paz y una sofisticada interpretación de las palabras “elegancia” y “exclusividad”.
Explosión de riqueza
Alrededor del antiguo patio del convento se distribuyen las habitaciones. Un total de unas 153 estancias convertidas en mágicos espacios para el confort y el descanso. Algunas con vistas interiores al patio, otras con panorámicas de la ciudad y un puñado de ellas con auténticas paredes incas en su interior.
El hotel se levanta sobre una auténtica eclosión de riqueza histórica, cultural y arquitectónica… El lugar acoge la estructura del convento edificada sobre restos arqueológicos de la etapa pre-incaica e incaica. A ello se unen vestigios de las épocas colonial y republicana, así como auténticos tesoros del arte contemporáneo.
La exquisitez hecha… hotel
Los arcos de piedra tallada que ordena el patio principal permiten al visitante sentarse a contemplar el cielo estrellado de los andes mientras saborea uno de los sabrosos platos y fascinantes brebajes que preparan en la cocina del hotel. Diferentes galardones podrían hablar de particular exquisitez. Pero basta con sentarse en aquel lugar para entender que el tiempo, de alguna misteriosa manera, parece haberse detenido. Y que todo queda repentinamente envuelto por un halo misterioso de paz, exquisitez y armonía. Cocina peruana y cocina internacional, unidas a una rica oferta de cocteles y “pócimas” de sabores únicos. Y cómo no… una oferta permanente de mate de coca, té de muña o infusiones de limón.
Da igual. Desde el ceviche al lomo salteado, pasando por una sabrosas papas del país… El viajero queda prendido del hechizo de una cocina preparada con esmero y cariño. La magia de “lo artesanal” se une al gusto por la historia y el arte. Y, de nuevo, los detalles se convierten en elemento que edifica la gran diferencia. El JW Marriott El Convento todos los detalles son importantes. Todos.
Desde el señorial pórtico de acceso al recinto, adornado por los titubeos dorados de un inti (sol), al mobiliario artesanal que rodea a un refinado piano, pasando por la chimenea que bordea a uno de los restaurantes o el claustro del patio interior… Todos los detalles se convierten pinceladas de un hotel que es cultura, historia y arte.
Bajo un manto de estrellas
El centro de spa permite al visitante despojarse del cansancio y el desgaste del camino. Sus piscinas y circuitos de aguas aclimatadas, hacen que todo se torne relajación y confort. El ambiente invita a la desconexión y olvidar esos achaques que, de vez en vez, nos envía el mundanal ruido. Aquí todo es paz, silencio y desconexión.
A 3.400 metros de altura, la mágica ciudad del Cuzco se despliega imponente en torno al hotel. Las serpenteantes callejuelas que rodean al hotel vuelven a recordar al viajero que pisa un lugar de leyenda. Hasta aquí viajaron emperadores, reyes, soldados, aventureros, artistas, músicos… Dicen que esta ciudad todo lo sabe y todo lo ve. Y así, caída la noche, un cielo estrellado recuerda al visitante que se encuentra en la capital de un imperio, la ciudad de las leyendas o como más de un cronista narró por escrito… en el ombligo del mundo.
DATOS BÁSICOS:
- JW Marriott El Convento.
- Sitio web.
- Dirección: Esquina de la Calle Ruinas, 432 y San Agustín de Cusco.
- Teléfono: +51-84-582200.