Por: Jesús Martínez Fernández
El gran viaje, en este caso, sí es un viaje largo.
Antes de que el Quijote montara su rocinante, la gran aventura ya tenía título, el primer bestseller de la humanidad: El libro de las maravillas.
El mercader veneciano Marco Polo cruzó Asia siendo un adolescente. De hecho, de los 14 a los 40 años vivió fuera de Europa.
Marco Polo, acompañado de su padre y de su tío, llegaría a la corte china del mongol Kublai Khan, aquel a quien el poeta Coleridge entronaría en uno de sus libros.
En el también conocido como Los viajes de Marco Polo se descubre la diversidad y sus leyendas, las bases de los futuros cursos de gestión cultural: Marco Polo narra el origen del petróleo, la existencia del tartaresco (lengua de los tártaros), las quejas de los primeros mensakas de la historia (correos de posta), sigue la estela de los Reyes Magos, nombra al «abominable Mahoma», se admira de los mejores melonares y se sorprende de los matrimonios concertados («acuerdan entre sí por obligación y contrato»).
Marco Polo llevó a oriente las catapultas y se trajo la seda.
Cruzó el Indo, el río donde se frenó Alejandro Magno, y entabló relaciones con el ya por entonces gigantesco mercado asiático.
Tal repercusión tuvo en su época El libro de las maravillas, que de su lectura al almirante Cristóbal Colón se le metió en la cabeza ver con sus propios ojos Catay y Cipango.
«Nada se pierde que no pueda encontrarse.»
Aspectos formales |
· Título: Livre des merveilles |
· Autor: Marco Polo |
· Año: 1298 |