Cuando escribí Periodismo y Viajes: Manual para ir, mirar y contar (Ediciones UB, 2021), todos los entrevistados me explicaron que siguen usando cuaderno (algunos varios) y bolígrafo.
La grabadora de audio —como aparato autónomo— la mantienen unos pocos. El teléfono móvil la ha sustituido añadiendo, además, prestaciones de cámara de fotos y de vídeo, de repositorio de notas de voz y hasta de archivo de asuntos pendientes o incluso de almacén de ideas. El concepto de herramienta ha evolucionado desde el «instrumento, generalmente de hierro o acero, que sirve para hacer o reparar algo y que se usa con las manos» al «conjunto de instrumentos que se utilizan para desempeñar un oficio o un trabajo determinado». Sin duda, es interesante el matiz de las manos. Los periodistas —muchos— las siguen usando y es un detalle crucial. En nuestro contexto, es todavía más relevante la referencia a un «conjunto de instrumentos». Pero ¿cuáles son los avíos, chirimbolos o trastos que acompañan al periodista de viajes, en el durante, cuando se dispone a escribir?
El cronista y escritor Javier Sinay tiene una caja llena de mapas de ciudades. Los usa allí, pero también, aquí, cuando se encierra a escribir lo viajado. “En los viajes, mientras camino uso GoogleMaps, pero por las noches abro los mapas y observo las ciudades. Además, colecciono folletos y revistas, y suelo comprar muchos suvenires de turista porque creo que son muestras culturales”, me dijo. El periodista Juan Pablo Meneses también tiene un archivo viajero. «Tengo una caja por cada libro», comenta.
Y escuchándolos, se me ocurrió hacer una lista con los aparejos que los entrevistados usaban y usan para escribir sus historias viajeras. No son herramientas. Es un cajón de sastre (desastre) de retales, tornillos y enseres propios que anidan en todas las cajas de herramientas. Son:
- Entradas de museos, exposiciones, ferias, etc.
- Periódicos (enteros o recortes de páginas)
- Folletos publicitarios
- Billetes de metro, autobús, tren o «lo que sea»
- Pasajes de avión
- Facturas de hoteles, restaurantes, etc.
- Cajetillas de cigarrillos
- Etiquetas de botellas de vino, whisky o café
- Señalética de aeropuertos, carreteras y ciudades
- Letreros de comercios y restaurantes
- Carteles y anuncios
- Cualquier texto o dibujo de la pared de un retrete
- Murales y grafitis
- Avisos, advertencias y ruegos de anuncios gubernamentales
- Sellos y postales
- Tarjetas de presentación de taxistas, artesanos o cualquier buscavidas
- Avisos de la sección de empleo de un periódico
- Avisos de la sección de contactos de un periódico
- Sobres de azúcar
- Menús y cartas de bares y restaurantes
- Anuncios caseros en postes, paredes o farolas
- Tablón de avisos de una iglesia, mezquita u otro edificio religioso
- Promociones de supermercados y farmacias
- Publicidad acumulada en parabrisas de automóviles
- Mapas y folletos de la oficina turística
- Revistas de la compañía aérea de turno
- Actividades del programa o agenda del hotel
- Anuncios de una gasolinera
- Mapa de la red de metro, tranvía o autobuses
- Papeles y ruegos de vagabundos
- Cajetillas de fósforos
- Listas de precios de productos de alimentación
- Precio de una botella de agua o un café
- Entrada del cine o del teatro
- Formulario de aduanas, inmigración o entrada al país
- Vallas publicitarias de autobuses públicos y vagones de metro o tren
- Información sobre reciclaje en contenedores y basureros
- Carteles y promociones de puestos de lotería y apuestas
Y, seguramente, me olvidé de muchas otras cosas. Se trata, en último término, de coleccionar un cajón de sastre (desastre) que ayudará a ordenar. Y que, sin duda, será inspiración y motivo. Porque si esto de escribir se basa en elegir palabras y mirar los detalles, este listado es una fuente de muchos: útiles o no; manidos o no; genuinos o no, pero detalles.
«Inteligencia es hacer artificiales los objetos,
especialmente las herramientas para hacer herramientas».
Henri Bergson
(Fragmento adaptado del libro Periodismo y viajes. Manual para ir, mirar y contar, de Santiago Tejedor, Ediciones UB, 2021).
Santiago Tejedor, director de Tu Aventura.