No existe.
El periodismo de viajes no existe. Me lo dijo Martín Caparrós. Fue el martes 2 de octubre de 2018. Lo tengo apuntado con un círculo rojo en la agenda. Ese fue el día cero, el apocalipsis conceptual, la crisis académica, el principio. Me lo comentó antes de su clase —la primera que impartía— en el Máster en Periodismo de Viajes de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), del que soy director. Luego hablamos unas tres horas con los estudiantes sobre ese mismo asunto y muchos otros. Desde ese año, Martín ha continuado visitando nuestras aulas y nuestro máster. Por razones de agenda, primero; y por una inercia casual, después; año a año, su clase se ha movido en el calendario. Ha viajado siempre hacia el final. Y cuando viene, en un tono jocoso, le decimos a los alumnos que su sesión la programamos para la última etapa del curso por razones emocionales o por una estrategia motivacional. Esto es: para postergar “el momento”.
Pero entonces ¿existe o no? Google, ese oráculo virtual al que le preguntamos casi todo, me daba ayer 56.400.000 resultados para la combinación “periodismo de viajes”. La cifra aumentaba si cambiaba el enlace entre los sintagmas. Para “periodismo y viajes” el buscador me ofrecía casi el doble. Eran 102.000.000 entradas. Quizás es solo un tema de conectores.
Pensé en ello. Leí a los maestros. Les llamé. Les pedí ayuda. Entrevisté a una treintena. Y escribí, durante una pandemia, un libro titulado Periodismo y viajes. Manual para ir, mirar y contar (Ediciones UB). La preposición “y” no es baladí. Empezó siendo una “de”. El proyecto inicial, como todas las ideas –sosegadas-, mutó y me ayudó a aprender, y a pensar. Llegué a mis propios desencuentros, dudas y preguntas. Y concluí que existe.
El periodismo de viajes existe. Y es el único. Si hemos de optar por categorías, apellidos o etiquetas, el periodismo de viajes es el periodismo mismo. Todas las demás invenciones del periodismo viajan. El periodismo deportivo viaja. El periodismo político viaja. El periodismo internacional, por descontado, viaja. El periodismo cultural viaja. El periodismo económico viaja. El periodismo literario viaja. El periodismo local viaja, más cerca, pero viaja. El periodismo científico viaja. Todos viajan. El periodismo de viajes es el único que existe. O quizás simplemente el periodismo es siempre viaje.
En cierta ocasión en que el padre Nicanor
llevó al castaño un tablero y una caja de fichas
para invitarlo a jugar a las damas,
José Arcadio Buendía no aceptó, según dijo,
porque nunca pudo entender el sentido de una contienda
entre dos adversarios que estaban de acuerdo en los principios.
Gabriel García Márquez
(Fragmento adaptado del libro Periodismo y viajes. Manual para ir, mirar y contar, de Santiago Tejedor, Ediciones UB, 2021).
Santiago Tejedor, director de Tu Aventura.