Por: Cristina Capdevila, alumna del Máster en Periodismo de Viajes 2020.
Los avances tecnológicos y, en consecuencia, la automatización de los faros ha puesto en jaque mate la profesión de los torreiros. Julio Vilches, José Antonio Mera, Cristina Fernández o Agapito Mendoza accedieron a dicho trabajo a través de una dura oposición en la década de los 70. En 1992, el Estado Español decidió extinguir el llamado Cuerpo de Técnicos de Señales Marítimas y tuvieron que escoger entre quedarse en su puesto de trabajo y convertirse en personal laboral o mantener la condición de funcionarios y trasladarse a una oficina lejos del mar. En la actualidad, quedan una cuarentena de fareros a la espera de su jubilación, lo que conllevará también su desahucio. Con ellos
desaparece una profesión. Son los últimos fareros de España.
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