Nicole Zuñiga: «Antes de escribir, me gusta contar y escuchar historias»

Por: Ashely Gavilanes y Victoria Ghiraldi, alumnas del Máster en Periodismo de Viajes 2022.

Dueña del perfil ‘Senta que Tem História’ en Instagram, la periodista brasileña de 27 años cree en el poder de las palabras, especialmente las escritas. Para ella, contar sobre viaje va más allá de escribir sobre pistas o hacer reportajes sobre ‘top x’ lugares para conocer. Es sobre observar, reflexionar y vivir, de hecho, el momento.

El periodismo de viajes aún está muy relacionado a los posts típicos con pistas de viajes, pero tú eliges escribir sobre experiencias. ¿Cómo empezó esto?

Antes de escribir, me gusta contar y escuchar historias. Cuando tenía 12 años, comencé a vender pasteles de puerta en puerta en el condominio donde vivían mis padres. Hablaba con mucha gente y escuchaba muchas historias. Fue entonces cuando surgió el deseo de ser periodista. Trayendo a esto de viajar, hoy en día mucha gente piensa que si no publicas algo sobre un viaje es porque no fuiste. Para mí, compartir la historia en sí no es solo dar consejos sobre restaurantes, sino principalmente sobre cosas inesperadas que sucedieron, cosas simples de la vida que ‘golpean’ de una manera diferente. Escribir sobre viajes surgió de esta necesidad de contar historias sobre las cosas que he vivido y que, casualmente, suceden en el camino. Generalmente, mis historias están muy relacionadas con una gran emoción: admiración, tristeza, aprendizaje. He estado pensando mucho en por qué esos momentos pasaron en los viajes, y he llegado a la conclusión de que es porque estás muy alerta cuando estás en un lugar que no conoces. Todo es nuevo, pagas atención a los detalles de la rutina, del funcionamiento de la ciudad, en los nombres de las calles. Veo que estas historias provienen de esa observación. No es que salga a buscarlas porque observo por curiosidad. Nunca se trata solo de viajar, de visitar lugares hermosos, históricos e interesantes. Lo estoy viviendo como tengo que hacerlo.

En un mundo cada vez más audiovisual, optas por contar historias escritas. ¿Por qué?

Siempre me ha gustado escribir y hoy veo que escribir me ha traído mucha madurez. Es como si pudiera pensar mejor de lo que quiero hablar. Y no para hablar bonito, sino para expresarme sin afectar a nadie. En enero de 2020 ya tenía estas ganas de contar las historias que estaban en mi cuaderno, pero me daba vergüenza revelarlo y vencer la inseguridad de ‘por qué alguien va a leer eso?’. Viví un año en Chile y aproveché que estaba trabajando con la producción de contenido para una empresa y pensé: si trabajo 7 horas escribiendo para ellos, también voy a escribir sobre las cosas que quiero decir. Y luego comencé a contar mis historias. Escribir, para mí, es una manera fácil de expresar lo que vi, viví y aprendí. Fue una mezcla de disfrutar escribir, contar historias, viajar. Además, soy muy curiosa cuando viajo.

Además del autoconocimiento, ¿qué esperas al escribir y compartir estos momentos?

Siempre he soñado en irme a Italia. Cuando fui, visité Lucca, una ciudad preciosa, llena de murallas, situada en la Toscana. Fue un viaje de un día desde Florencia, de estos momentos dónde te despiertas y no tienes idea de cómo será tu día, ¿sabes? Allí, me perdí, se me acabó la batería del celular y tuve que comprar un mapa. Fue detrás del mapa que comencé a escribir mis sentimientos en aquel entonces. Y fue ese día que comencé a escribir con ese tono de compartir lo que estaba sintiendo. Seguro fue el día más hermoso de mi vida, porque incluso sin esperar nada, estaba por encima de cualquier expectativa que pudiera existir. Y es una historia que solo puedo transmitir exactamente cómo me sentí al escribirla. Para mí, si una persona dice ‘este texto me hizo pensar diferente’, ya valió la pena. De verdad. Creo que además de conocerme más y soltar mis sentimientos, compartir estas historias también propone una reflexión para la persona que las lee. Es la idea de poner un espejo frente a ella, para que ella también se tome ese tiempo y piense en situaciones o sentimientos similares que haya vivido.

Su primer post habla de los mosaicos y trae una foto de Parque Güell, en Barcelona. ¿Fue allí donde salió esa reflexión?

Desde hace un tiempo vengo pensando en cómo cada teja de los mosaicos es importante para formar el todo. Son como los lugares que visitamos, las comidas que comemos, las personas que conocimos y los libros que leímos. Todo eso junto forma lo que somos. Cuando me fui a Barcelona, me encantaron las obras de Gaudí y la arquitectura de la ciudad. En mi visita al Park Güell me vino a la mente un fuerte recuerdo de esta reflexión sobre los mosaicos, pero el texto no lo escribí hasta tiempos después.

¿Cuáles son las dificultades más grandes de trabajar escribiendo?

Una cosa que realmente me atrapa es la exposición, porque como escribo sobre mis experiencias y todo termina pasando por mi corazón, realmente me estoy exponiendo. Por ejemplo, hay un texto que ya escribí pero nunca publiqué, que habla de mi viaje al Vaticano. Fue uno de los días más tristes y felices de mi vida. Estar en Roma, un lugar que había idealizado durante mucho tiempo, pero en una situación que nunca hubiera imaginado que era la pérdida de una persona muy querida que esperaba reencontrar en menos de un mes. Es un ejemplo de cómo mis textos me exponen mucho. Escribo para comprender mejor lo que sentí, casi como en un registro de mis pensamientos. Mi miedo es porque ni siempre entiendo lo que estoy sintiendo y pensando, y este nivel de exposición me asusta un poco.

¿La aceleración tecnológica también lo dificulta?

Por supuesto. Trabajo con marketing digital y sé que un texto que sale del corazón no cumple con los requisitos técnicos que necesita para estar en los primeros lugares de Google. Paga mis facturas, pero no me gustaría tener un blog con consejos para 3 días en Roma, por ejemplo. Esto mucha gente puede hacer. Lo que traigo es diferente, es mi manera de ver el mundo. Otro punto es que si Instagram cierra, lo pierdo todo. TikTok es lo que está de moda hoy, pero no quiero tener que bailar o hacer trends solo para atraer mi contenido. Sin juzgar quién lo hace, pero no es mi objetivo, no quiero ser rehén de eso.

¿Tienes planes de escribir un libro?

Ojalá pudiera vivir contando historias bajo mi mirada. Quiero tener más experiencias que contar desde mi visión, pero aún tengo la inseguridad de ser más de lo mismo que ya existe por ahí. Pero, por supuesto, escribir un libro es el objetivo de mi vida. No sé cuándo sucederá, pero es algo que realmente quiero.

“Nunca se trata solo de viajar, de visitar lugares hermosos, históricos e interesantes. Lo estoy viviendo como tengo que hacerlo”

Mientras no se convierten en un libro (o muchos), las historias de Nicole demuestran el poder no solo de sus palabras sino también de su vulnerabilidad. Su proyecto es un ejemplo claro de la lucha del periodismo de la actualidad, dónde la experiencia real y verdadera intenta ganar espacio entre los likes de bailes y trends. Son historias que invitan el lector a hacer sus propias reflexiones, o al menos verse en sus palabras.