Por: Daniel Ocampo, alumno del Máster en Periodismo de Viajes 2025
Adriana Pinzon, se especializa en ayudar a las personas a recuperar su equilibrio, trabajando con energías armonizadoras y guiando a sus pacientes a través de la influencia y el acompañamiento de los ángeles. Desde pequeña, Adriana creció rodeada de todo lo espiritual. Nunca dudó que sus dones de recibir mensajes del mundo espiritual comenzaron desde temprano, más específicamente en su niñez y continuaron en sus años de adulta.
Hoy en día, han tomado forma para bien. Su misión es dedicar este don exclusivamente a la sanación y guía espiritual, trabajando arduamente por el equilibrio y bienestar a través de la energía, los cristales y los ángeles. A continuación, habla más sobre esta misión suya, así como algunas de sus manifestaciones en el trabajo de sanación.
¿Cuándo comenzaste a practicar la sanación y qué te hizo decidirte a convertirte en una guía espiritual?
Era una niña. En ese entonces, lo que sucedía me parecía un fenómeno natural diario. No fue hasta más tarde donde me di cuenta que lo que había experimentado era especial. Mi madre tiene dones de médium sanadora y mi padre fue médico holístico. A los 15 o 16 años, empecé a explorar herramientas para entender mejor mis intuiciones. Descubrí la baraja española y la usé como método de adivinación. Con el tiempo, las lecturas que hacía para amigos y conocidos comenzaron a tener tanta precisión que personas desconocidas empezaron a buscarme por recomendación.
Crecí entre sesiones y tratamiento de sanación a mi alrededor, además de sueños premonitorios vívidos y también experiencias energéticas. Esto me sirvió para sentir y ver cómo mi conexión con otras dimensiones era un recurso que podía ser utilizado para ofrecer algo de valor y cambios para los demás. En julio de 2015, dejé mi trabajo para poder dedicarme completamente a este llamado de la vida.
Cuando aprendes a respirar correctamente, también estás brindando un beneficio a tu cuerpo biológico. Generalmente, las personas hiperventilan y no respiran a profundidad, lo que significa que no oxigenan correctamente sus células. A través de la meditación, comienzas a hacer una conexión física con tu ser en todos los niveles, pero además aprendes a silenciar tu mente permitiendo un mayor desarrollo de tu intuición.

«La espiritualidad no es aprender algo nuevo, sino recordar lo que tu alma ya sabe»
¿Cómo es una sesión guiada y qué herramientas empleadas en el proceso?
Para cada persona, la experiencia es muy particular. Las personas necesitan guía y recuperar su conexión álmica además de su balance y paz interior. La información y guía se obtienen conectando con los ángeles y guías espirituales. El equilibrio y balance se logra a través de un proceso en el cual, la persona se acuesta en la camilla en donde se trabaja con varias herramientas para abrir el cuerpo energético, limpiarlo y facilitar así el balance y la armonía.
¿Cómo se logra el equilibrio y la armonía en una terapia energética?
Una de las herramientas esenciales en la terapia es el cuenco tibetano, un instrumento sagrado que está programado para diversos usos. En mi caso, ayuda abrir el campo de luz para comenzar a hacer una limpieza de las energías que se han venido acumulando de manera negativa e impiden avanzar en el proceso espiritual que la persona viene a cumplir en este plano físico. En la segunda fase, con la «casa limpia», podemos comenzar a organizar el flujo de energía para que la persona se conecte con sus dos fuentes. Tenemos una fuente paterna en el Sol central de la galaxia, que nos brinda fuerza, poder y confianza, y una fuente materna en la Tierra, que representa la provisión, el abrigo y el amor.
El conducto energético funciona de manera similar a la cadena del ADN biológico: tomamos energía del Sol, que entra por el chakra coronario, ubicado en la parte superior de la cabeza, cruza por todos los chakras, se descarga en la Tierra a través de la planta de los pies y luego se devuelve. Es lo que comúnmente se conoce como “polo a Tierra”, ya que permite liberar lo sobrante y recuperar el equilibrio.
Cuando hay una fractura en algún chakra, por ejemplo,en el corazón debido a una pérdida emocional, este chakra se debilita y absorbe más energía de la necesaria, afectando a los demás. Al armonizar, el canal intuitivo, representado por el tercer ojo en el entrecejo, se expande y la persona desarrolla mayor intuición y asertividad. La tercera fase del proceso consiste en sellar nuevamente el campo de luz.
¿Cuáles son los cuatro cuerpos que conforman nuestro ser y cómo influyen en nuestra vida?
Nuestro ser se compone de cuatro cuerpos:
1.Cuerpo físico
2.Cuerpo emocional, que se localiza en el corazón y el plexo solar. Este es el que sentimos cuando experimentamos miedo o ansiedad, como cuando se acelera el pulso antes de hablar en público. Muchas de las enfermedades físicas se generan debido a bloqueos en este cuerpo.
3.Cuerpo energético, que es como una burbuja de energía de aproximadamente un metro de diámetro. Si esta burbuja no está bien protegida, al saludar a alguien con una vibración baja, podemos absorber su energía. Sin embargo, si el campo de luz está sellado, es difícil que algo externo lo altere.
4. Cuerpo álmico, el cual es sagrado e inmortal, y donde se almacena toda la información de nuestra existencia. Después de realizar estas tres fases, recomiendo a las personas hacer una sesión mensual de mantenimiento,similar a llevar el carro al taller.
En esta sesión, limpiamos la energía acumulada, reorganizamos el flujo energético y reforzamos el sellamiento del campo de luz. A lo largo de mi experiencia, he notado que las personas comienzan a sentir más tranquilidad y que las cosas les fluyen mejor. Trabajo con muchos niños, incluso desde el vientre materno. Ellos mismos refieren a sus padres que quieren volver porque se sienten felices después de una sesión. Al conectarse consigo mismos, sienten confianza y seguridad, y al conectarse con sus guías, comprenden que nunca están solos.
¿Qué sensaciones pueden experimentar las personas durante una sesión de armonización energética?
Algunas personas experimentan sensaciones particulares durante las sesiones. Algunos sienten que alguien los toca mientras tienen los ojos cerrados, otros ven luces en tonos celestes y pasteles, similares a auroras boreales. Siempre les digo que esos son sus ángeles manifestándose para reafirmar su presencia. Hay quienes preguntan qué tipo de lámparas utilizo, pues no pueden creer lo que ven. Otros sienten caricias en la mano o en el rostro. Lo más importante es agradecer y disfrutar esas experiencias. En general, la sesión sigue este patrón y tiene una duración aproximada de una hora.
¿Qué consejo darías a alguien que quiera empezar en el camino espiritual?
Primero, confía en que todos los seres humanos pueden conectarse espiritualmente. Segundo, comunicación diaria con los ángeles y desarrollar una relación íntima y tercero,actuar conforme a las intuiciones sin miedo. A través de sus sesiones presenciales y virtuales y de su experiencia a lo largo de los años, su enfoque en la conexión espiritual, nos enseña qué vivir en armonía comienza con el reconocimiento de nuestra propia luz.